Saltan las alarmas en sector minero por delicada situación financiera de Enami
Cúpula del gremio Sonami se reunió con Jaime Pérez de Arce, máximo ejecutivo de la minera estatal, para analizar alternativas.
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Una deuda que al cierre de 2022 llegaba a US$ 581 millones, de la cual un US$ 467,5 millones corresponden a pasivos de corto plazo; una pérdida de US$ 78 millones y un capital de trabajo negativo de US$ 208,9 millones, fueron las cifras de la Empresa Nacional de Minería (Enami) que hicieron saltar las alarmas en el sector y llevaron a que representantes de las distintas asociaciones de productores aglutinados en la Sociedad Nacional de Minería (Sonami) sostuvieran una reunión híbrida durante la tarde del lunes 15 de mayo para conocer la delicada situación financiera de la compañía estatal.
Y es que Enami es pieza clave en el ecosistema minero, tanto por su labor de fomento como porque realiza la labor de procesamiento del mineral de pequeños y medianos productores. Los números dados a conocer no fueron especialmente halagüeños, sobre todo porque las cifras enrojecieron más en el primer trimestre de este año. Además, Enami fue encomendada por el Estado para impulsar proyectos de desarrollo del litio.
Por parte de Sonami, en la cita estuvo presente la mesa directiva completa encabezada por su presidente, Jorge Riesco, y los vicepresidentes, Cristián Argandoña (vía zoom) y Patricio Céspedes. Además, concurrieron los directores de Enami que representan al gremio minero (Carlos Claussen y José Manuel Rodríguez); los directores Jorge Pavletic, Eduardo Catalano (vía zoom), Carlos Alberto Castillo y Jorge Geldres. También estuvo presente el nuevo gerente general de Sonami, Richard Araya. Vía zoom participaron más de 30 presidentes de asociaciones mineras o sus representantes.
La reunión, que dirigió Céspedes, se centró en conocer los problemas financieros y productivos que enfrenta actualmente Enami.
Al respecto, el vicepresidente ejecutivo de la estatal, Jaime Pérez de Arce, hizo un detallado análisis de los pormenores que llevaron a la empresa a las dificultades que hoy enfrenta. También se refirió a los proyectos e iniciativas que están evaluando y que serían la solución a la compleja situación del presente.
Quebrada Blanca
Según trascendió, una opción que se estaría barajando sería la de vender la porción que tiene Enami en la compañía Quebrada Blanca, donde la estatal tiene una participación no financiera de 10%. De acuerdo a ejecutivos conocedores de la cita, una operación de este tipo podría levantar recursos por más de US$ 1.000 millones. Sin embargo, al ser consultada sobre la materia, la compañía desestimó que esté evaluando dicha alternativa.
Teck posee una participación indirecta del 60% en Quebrada Blanca. Sumitomo Metal Mining y Sumitomo Corporation tienen una participación colectiva indirecta del 30% en la mina.
Las operaciones mineras de Quebrada Blanca cesaron en el cuarto trimestre de 2018, y el equipo y el personal de minería han sido redistribuidos al proyecto Quebrada Blanca Fase 2 (QB2), el proyecto minero más grande de los últimos años y que está en fase de puesta en marcha por parte de Teck.